martes, 3 de julio de 2012

El Cordero


En la Biblia encontramos muchos textos que identifican por nosotros al cordero. Juan, capitulo 1.Leamos desde el versículo 19: “Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: Tu quien eres? Confeso, y no negó, sino confeso: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: Que pues? Eres tu Elías? Dijo: No soy, Eres tu el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: Pues quien eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. Que dices de ti mismo?” En el verso 23, Juan el Bautista responde: “Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. Y le preguntaron y le dijeron…” versículo 25, “por que, pues, bautizas, si tu no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros esta uno a quien vosotros no conocéis. Este es el que viene después de mi, el que es antes de mi, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.” Y en el verso 29 dice que “El siguiente día vio Juan a Jesús que venia a el, y dijo: He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Cristo Jesús, mi amigo, es el cordero de Dios.

Nadie describe a Cristo usando el simbolismo del cordero mejor que el mismo apóstol Juan en el último libro de la Biblia. En Apocalipsis 4, Juan ve en visión el trono de Dios en el cielo; y en el capitulo 5, el revelador ve en la mano derecha del que esta sentado en el trono un libro. Este libro no podía ser abierto por nadie en el cielo o en la tierra porque tenía siete sellos, luego el dice: “Y mire, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un cordero como inmolado… y vino y tomo el libro…y cuando lo hubo tomado, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del cordero…y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tu fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”. Cristo, mi amigo, dio su sangre, su vida para redimirnos o rescatarnos del pecado que reina en este mundo caído. El revelador, en Apocalipsis 13: 8 nos dice que Cristo fue inmolado desde la fundación del mundo. En las edades eternas, Dios el padre y Dios el hijo habían ideado un plan de rescate o redención por si el hombre desobedecía, Cristo daría su vida para satisfacer las demandas de la santa ley de Dios que es inmutable. En Romanos 6: 23 dice que la paga del pecado es la muerte, así que si en algún momento el hombre desobedecía a Dios o pecaba, debía morir, pero Cristo se ofreció incluso antes de la creación de esta tierra a dar su vida en sustitución de la vida del hombre. El profeta Isaías dice que Cristo fue llevado como cordero al matadero, pero eso solo fue la consumación de lo que ya estaba predeterminado en los concilios celestes. El apóstol Pedro así lo afirma, el dice:

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir…no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.” 1 Epístola del apóstol Pedro 1:18-20.

Cristo es el cordero, de eso no hay ninguna duda. El cordero de pascua que los Israelitas mataron la noche de su liberación antes de salir de Egipto representaba a Cristo. Los corderos que el pueblo de Israel sacrificaba en el desierto confesando sus pecados sobre ellos simbolizaban a Cristo. Es por esto que cuando Cristo murió en la cruz del calvario, cuando el sumo sacerdote se disponía a sacrificar el cordero, este se le escapo de las manos y el velo del templo se rasgo. Eso puso fin a todos esos ritos que representaban el sacrificio que Jesucristo haría por el hombre caído. Muchos dicen que la muerte de cristo puso fin a la ley o los diez mandamientos, y dicen que ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia,  pero eso no es lo que la Biblia enseña, sino mas bien, que Cristo puso fin a todos los ritos y ceremonias que los judíos hasta ese entonces practicaban simbolizando así la muerte expiatoria de Jesús  para la redención del hombre.

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