viernes, 31 de agosto de 2012

Una vez mi esposa me dijo: “Tu eres igual que mi mama! Cuando tienes dinero estas de risitas, pero cuando no tienes, hmmm! Yo pregunto, hay alguien más igual que la mama de mi esposa?

Este mundo en el que vivimos es un mundo demandante. Todo en esta sociedad cuesta. El trueque hace mucho tiempo que quedo en los anales de la historia. Alguien más me dijo: “Si no quieres gastar dinero no salgas de tu casa.” Pero eso no es del todo cierto porque he podido constatar que aun en la casa se gasta dinero. Todo tiene un precio. Muchas cosas son necesarias e imprescindibles, sin embargo otras son solo antojos que queremos, por quizás seguir la corriente que fluye en una sola dirección: El Consumismo. Pero la verdad es que en este mundo actual hace falta dinero para todo lo que queremos hacer; y el dinero influye grandemente en el ánimo de miles y millones de personas diariamente.

Hay un texto bíblico muy común y popular que se aplica para muchas situaciones de la vida, pero el apóstol Pablo al escribirlo le dio un significado especifico. Este pasaje bíblico es Filipenses 4:13 Veamos el contexto.

“En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.” Filipenses 4:10-16

Cuando el apóstol habla de poderlo todo en Cristo, se refería a soportar con la ayuda divina el verse en necesidades que el mismo no podía suplir. Pero lo que mas me llama la atención y creo que sería bueno tomarlo en cuenta en nuestras propias vidas, es que Pablo dice: -He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.- Yo debo aprender a contentarme tenga dinero en el bolsillo o no. No es que voy a estar contento naturalmente, no, el ser humano es muy cambiante en cuanto a su estado de ánimo se refiere, sino que es algo que tengo que proponerme aprender. Sin importar como me vaya el dia en mis negocios, trabajo, escuela, etc. si la situación en la que me encuentro derrumbo mi ánimo, con el poder de Cristo, debo contentarme y poner mis preocupaciones sobre El, porque El sabe de que cosas tengo necesidad.

En el lado opuesto Pablo dice: -Se vivir humildemente y se tener abundancia.- Algunos a los que la vida les ha sonreído, u otros que han sido exitosos en sus esfuerzos; al gozar de abundancia, pues despilfarran los recursos que Dios le ha permitido tener. Hacen y deshacen medalaganariamente. Se olvidan que hay más personas con necesidades en el mundo y que el planeta no gira en torno a ellos. De la frase del apóstol podemos sacar un principio muy bueno, este es: *Hay que saber tener dinero.* Dios da muchas bendiciones, pero con el fin de que nosotros extendamos esas bendiciones a los demás.

Así que mi amig@, la próxima vez te veas tentado a actuar como la mama de mi esposa, recuerda este texto: -He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.- Si tu caso es el opuesto y necesitas saber como manejar tus recursos, demanda sabiduría de Dios y El te dirá como obrar con lo que El ha puesto en tus manos. Recuerda, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario